Una leyenda de terror en los rincones oscuros del Ecuador
El Duende
En lo más profundo de las zonas rurales de Ecuador, se cuenta la historia de un ser travieso y malévolo conocido como El Duende. Aunque algunos lo consideran un simple bromista, quienes han tenido la mala suerte de cruzarse con él saben que es mucho más siniestro de lo que aparenta. Se dice que este pequeño ser deforme, con sus ojos brillantes y sonrisa perversa, se esconde en los bosques y casas de campo, acechando a los desprevenidos que caminan solos en la noche.
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Historia
El secuestro de niños
Una de las historias más temidas alrededor de El Duende es su macabro interés por los niños. Se dice que se aparece en las noches, atraído por el sonido de sus risas o llantos. Las madres rurales cuentan que si los niños juegan demasiado cerca de los ríos o bosques, El Duende se los llevará, escondiéndolos en cuevas o lugares oscuros. Los pequeños desaparecen sin dejar rastro, y aunque a veces son devueltos días después, suelen regresar con un extraño comportamiento, como si algo dentro de ellos hubiera cambiado. Muchos aseguran haber visto al Duende acercarse en medio de la noche, con su pequeña estatura, piel arrugada y sombrero de ala ancha. Sus pasos son apenas audibles, pero lo que realmente aterroriza a quienes lo encuentran es su sonrisa torcida y su risa inquietante que flota en el aire, incluso después de que desaparece.El Duende y los adultos
Aunque su principal objetivo son los niños, El Duende también tiene un oscuro interés por las mujeres jóvenes. Se dice que, en las noches más oscuras, entra silenciosamente en las casas para intentar seducirlas o molestarlas mientras duermen. Las víctimas han descrito sentir una extraña parálisis mientras el ser trepa por sus camas, acariciando sus cabellos y susurrando cosas en lenguas desconocidas. La sensación de opresión y terror es tan intensa que algunas jóvenes han despertado en un estado de pánico, incapaces de moverse o gritar. Los hombres no están exentos de sus bromas pesadas. Se cuenta que El Duende se divierte extraviando a los viajeros nocturnos, haciéndolos perder el camino en los campos y montañas, llevándolos en círculos hasta que el cansancio los vence. Solo al amanecer, cuando El Duende se desvanece con los primeros rayos del sol, los desafortunados viajeros logran encontrar el camino de regreso.Mas Información sobre la leyenda
Cómo evitar al Duende
Los ancianos de las comunidades rurales aseguran que hay formas de protegerse de este malévolo ser. Una de las más comunes es dejar un trozo de pan o dulces en la ventana de la casa, ya que se dice que El Duende se distrae fácilmente con regalos de comida y, al estar ocupado con estos, olvida su intención de hacer daño. Otros aseguran que colgar ajos o talismanes de metal en las puertas puede mantenerlo alejado, pues El Duende teme a los objetos brillantes o con fuerte olor.
Sin embargo, no hay protección para aquellos que lo buscan intencionalmente. Muchos jóvenes, atraídos por la curiosidad, han intentado invocarlo en la oscuridad del bosque. Algunos lo logran, pero rara vez regresan sin secuelas: insomnio, alucinaciones o un miedo irracional que nunca desaparece. Los pocos que han vuelto cuentan que, tras encontrar al Duende, su risa aguda y penetrante se quedó con ellos, como un eco constante en sus mentes.
El terror que persiste
A pesar de ser una leyenda que ha sido contada durante generaciones, el miedo a El Duende sigue vivo en las comunidades rurales. Los padres advierten a sus hijos que no jueguen fuera después del atardecer, y muchos prefieren evitar los caminos solitarios durante la noche. Aunque algunos creen que es solo una historia para asustar a los niños, aquellos que han sentido su presencia saben que es algo más oscuro y peligroso de lo que cualquiera puede imaginar.
El Duende es el guardián de los secretos de la noche, el que acecha en las sombras, listo para tomar lo que más valoras, ya sea tu hijo, tu cordura, o tu paz.